¿Cómo el pensamiento negativo está cambiando su cerebro? - Kathleen Toohill
Si alguna vez se ha encontrado atrapado en un ciclo aparentemente interminable de pensamiento negativo, o se ha preguntado porqué se fija en un comentario maleducado pero olvida fácilmente los elogios, puede tener un culpable: la evolución.
De acuerdo con Rick Hanson, Ph.D., neuro-psicólogo, fundador del Instituto Wellspring para la Neurociencia y Sabiduría contemplativa, y autor de best-seller en el New York Times, loa humanos están cableados de manera evolutiva con un sesgo negativo. Nuestras mentes naturalmente se enfocan en lo malo y descartan lo bueno. Era mucho más importante para nuestros ancestros evitar las amenazas que recolectar recompensas. Un individuo que evitaba exitosamente una amenaza se levantaría a la mañana siguiente y tendría otra oportunidad para recoger una recompensa, pero un individuo que no evitó la amenaza no tendría esta oportunidad.
Así, el cerebro humano evolucionó para enfocarse en las amenazas. Los milenials no son ajenos al estrés y a la depresión, especialmente cuando se relaciona con el trabajo - un estudio reciente reportó que cerca del 20% de los milenials buscaron ayuda o consejo en el sitio de trabajo debido a la depresión - un porcentaje más alto que cualquier otra generación. De acuerdo con Status of Women del Institute for Women’s Policy Research, mujeres milenial entre18-34 años reportan un promedio de 4.9 días de salud mental pobre durante el mes, mientras que los hombres milenial reportan un promedio de 3.6 días de salud mental pobre. Nuestros cerebros están altamente sintonizados con el estrés, incluso cuando ese estrés es de una variedad mundana y nada amenazante.
"Los estímulos negativos producen mayor actividad neuronal que los positivos igualmente intensos, escribe Hanson en su website. "Son también percibidos más fácilmente y rápidamente. Por ejemplo, las personas en estudios pueden identificar las caras enfadadas más rápido que las caras felices, incluso si les muestran esas imágenes rápidamente - una décima de segundo - que no pueden tener ningún reconocimiento consciente de ellas, el sistema límbico ancestral de lucha o huída del cerebre aún se activa con las caras enfadadas."
"Los estímulos negativos producen mayor actividad neuronal que los positivos igualmente intensos, escribe Hanson en su website. "Son también percibidos más fácilmente y rápidamente. Por ejemplo, las personas en estudios pueden identificar las caras enfadadas más rápido que las caras felices, incluso si les muestran esas imágenes rápidamente - una décima de segundo - que no pueden tener ningún reconocimiento consciente de ellas, el sistema límbico ancestral de lucha o huída del cerebre aún se activa con las caras enfadadas."
Hanson describe el cerebro como "Velcro para experiencias negativas y Teflon para las positivas". Mientras algunos individuos pueden ser inherentemente más optimistas que otros, es verdad generalmente que con el fin de que las experiencias positivas "se graben" en nuestros cerebros tanto como las negativas lo hacen, estas experiencias positivas necesitan ser sostenidas en nuestra consciencia durante un periodo de tiempo más largo.
"La alarma de su cerebro - la amígdala - tiene dos de estas regiones en forma de almendra, una en cada lado de su cabeza- usa cerca de dos tercios de sus neuronas para buscar malas noticias: está preparada para ir a lo negativo", escribe Hanson. "Una vez suena la alarma, los eventos y experiencias negativas quedan rápidamente almacenadas en la memoria - en contraste con los eventos y experiencias positivas, que usualmente necesitan ser mantenidas en la consciencia durante una docena de segundos o más para transferirse desde la memoria a corto plazo hacia el almacenamiento a largo plazo."
Esto no es tan bueno para nuestra salud. Conforme con un post en Psychology Today, rumiar puede dañar las estructuras neuronales que regulan las emociones, la memoria y los sentimientos. Incluso cuando nuestro estrés y preocupación es completamente hipotético y no está basado en una situación real o actual, la amígdala y el tálamo - que ayuda a comunicar las señales sensoriales y motoras - no son capaces de diferenciar este estrés hipotético de aquel que realmente necesita ser escuchado.
El cortisol, hormona del estrés, descompone el hipocampo, la parte del cerebro que ayuda a formar nuevas memorias. Muchas personas experimentan un pico de cortisol en la mañana, pero puede también puntear a lo largo del día en respuesta al estrés. Entre más cortisol es liberado en respuesta a experiencias y pensamientos negativos, más dificil puede volverse, en el tiempo, formar nuevas memorias positivas.
En neurociencia, la expresión "las neurones que se encienden juntas, se conectan entre sí" describe la "neuro-plasticidad dependiente de la experiencia" - esencialmente, el concepto de que nuestros cerebros son formados por nuestros pensamientos y experiencias. De acuerdo con Hanson, las sinapsis en nuestros cerebros que se encienden frecuentemente se vuelven más sensibles. Nuestras experiencias y pensamietnos pueden liderar el crecimiento de nuevas sinapsis e incluso cambiar nuestros genes, alterando la misma estructura de nuestro cerebro. O, como Hanson plantea, "el cerebro toma su forma de lo que la mente se apoya".
Si está inclinado hacia el pensamiento negativo esto puede parecer desalentador. Es fácil asumir que no tenemos control sobre nuestros pensamientos. Después de todo, con frecuencia surgen de la nada, y cuando la rumiación se arraiga, puede ser dificil romper su agarre. Lo sabría, soy un rumiante experto. Pero las buenas noticias - y la base de gran parte del trabajo de Hanson - es que es posible cambiar nuestros patrones de pensamiento e incluso tejer felicidad en nuestros cerebros - es el título del libro de Hanson del 2013.
Se ha demostrado que la atención plena - una consciencia sin juicios sobre la experiencia momento a momento - y una práctica de meditación regular son inmensamente valiosas para cambiar los patrones de pensamiento negativos y la actividad cerebral. Un estudio publicado en Cognitive Therapy and Research en 2014 encontró que descentrarse o dar un paso atrás para "observar los pensamientos y sentimientos como eventos temporales y objetivos en la mente", puede ayudar a mediar los efectos de la rumiación en individuos con depresión. Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR), desarrollado por Jon Kabat-Zinn, fundador de la Clínica de Reducción de Estrés en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, enseña a los individuos a entrenar sus mentes para hacer frente al estrés con mayor facilidad (Descubrí a Rick Hanson a través de Karen Sothers, quien enseña MBSR en el Scripps Institute for Integrative Medicine en San Diego, California).
Meditar regularmente no solamente ayuda a cambiar los patrones de pensamiento negativo - ayuda a que el cerebro enfoque su atención e incluso hace más lenta la pérdida de células cerebrales. Para individuos que luchan con la depresión, la meditación no necesariamente sustituirá la terapia y/o la medicación, sino que puede trabajar como un complemento. Hanson también recomienda practicar la gratitud - mantener un diario de gratitud y escribir en él cada mañana es una forma de hacerlo, lo cual puede ayudar a incrementar el bienestar psicológico.
Kathleen Toohill una candidata MFA en la Universidad de San Francisco. Recibió su BA de la Universidad de Notre Dame, donde estudió Inglés y periodismo. Kathleen ha estado cubriendo cultura y salud para ATTN: desde Diciembre.
@KATHLEENTOOHILL
Fuente: http://www.filmsforaction.org/articles/heres-how-negative-thinking-is-changing-your-brain/
"La alarma de su cerebro - la amígdala - tiene dos de estas regiones en forma de almendra, una en cada lado de su cabeza- usa cerca de dos tercios de sus neuronas para buscar malas noticias: está preparada para ir a lo negativo", escribe Hanson. "Una vez suena la alarma, los eventos y experiencias negativas quedan rápidamente almacenadas en la memoria - en contraste con los eventos y experiencias positivas, que usualmente necesitan ser mantenidas en la consciencia durante una docena de segundos o más para transferirse desde la memoria a corto plazo hacia el almacenamiento a largo plazo."
COMO CAMBIA EL CEREBRO EL PENSAMIENTO NEGATIVO
Cuanto más negativos los patrones de pensamiento de un individuo y ruminación - dando vueltas a una situación continuamente en la mente y enfocándose en sus aspectos negativos - más fácil se hace volver automáticamente a esos patrones de pensamiento.Esto no es tan bueno para nuestra salud. Conforme con un post en Psychology Today, rumiar puede dañar las estructuras neuronales que regulan las emociones, la memoria y los sentimientos. Incluso cuando nuestro estrés y preocupación es completamente hipotético y no está basado en una situación real o actual, la amígdala y el tálamo - que ayuda a comunicar las señales sensoriales y motoras - no son capaces de diferenciar este estrés hipotético de aquel que realmente necesita ser escuchado.
El cortisol, hormona del estrés, descompone el hipocampo, la parte del cerebro que ayuda a formar nuevas memorias. Muchas personas experimentan un pico de cortisol en la mañana, pero puede también puntear a lo largo del día en respuesta al estrés. Entre más cortisol es liberado en respuesta a experiencias y pensamientos negativos, más dificil puede volverse, en el tiempo, formar nuevas memorias positivas.
En neurociencia, la expresión "las neurones que se encienden juntas, se conectan entre sí" describe la "neuro-plasticidad dependiente de la experiencia" - esencialmente, el concepto de que nuestros cerebros son formados por nuestros pensamientos y experiencias. De acuerdo con Hanson, las sinapsis en nuestros cerebros que se encienden frecuentemente se vuelven más sensibles. Nuestras experiencias y pensamietnos pueden liderar el crecimiento de nuevas sinapsis e incluso cambiar nuestros genes, alterando la misma estructura de nuestro cerebro. O, como Hanson plantea, "el cerebro toma su forma de lo que la mente se apoya".
Si está inclinado hacia el pensamiento negativo esto puede parecer desalentador. Es fácil asumir que no tenemos control sobre nuestros pensamientos. Después de todo, con frecuencia surgen de la nada, y cuando la rumiación se arraiga, puede ser dificil romper su agarre. Lo sabría, soy un rumiante experto. Pero las buenas noticias - y la base de gran parte del trabajo de Hanson - es que es posible cambiar nuestros patrones de pensamiento e incluso tejer felicidad en nuestros cerebros - es el título del libro de Hanson del 2013.
CAMBIANDO PATRONES DE PENSAMIENTO NEGATIVO
Edward Selby, Ph.D., sugiere en un post de Psychology Today que comprometerse con una actividad que ocupe totalmente la mente, como un crucigrama, puede ayudar en términos de romper los patrones de pensamiento rumiantes.Se ha demostrado que la atención plena - una consciencia sin juicios sobre la experiencia momento a momento - y una práctica de meditación regular son inmensamente valiosas para cambiar los patrones de pensamiento negativos y la actividad cerebral. Un estudio publicado en Cognitive Therapy and Research en 2014 encontró que descentrarse o dar un paso atrás para "observar los pensamientos y sentimientos como eventos temporales y objetivos en la mente", puede ayudar a mediar los efectos de la rumiación en individuos con depresión. Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR), desarrollado por Jon Kabat-Zinn, fundador de la Clínica de Reducción de Estrés en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, enseña a los individuos a entrenar sus mentes para hacer frente al estrés con mayor facilidad (Descubrí a Rick Hanson a través de Karen Sothers, quien enseña MBSR en el Scripps Institute for Integrative Medicine en San Diego, California).
Meditar regularmente no solamente ayuda a cambiar los patrones de pensamiento negativo - ayuda a que el cerebro enfoque su atención e incluso hace más lenta la pérdida de células cerebrales. Para individuos que luchan con la depresión, la meditación no necesariamente sustituirá la terapia y/o la medicación, sino que puede trabajar como un complemento. Hanson también recomienda practicar la gratitud - mantener un diario de gratitud y escribir en él cada mañana es una forma de hacerlo, lo cual puede ayudar a incrementar el bienestar psicológico.
Kathleen Toohill una candidata MFA en la Universidad de San Francisco. Recibió su BA de la Universidad de Notre Dame, donde estudió Inglés y periodismo. Kathleen ha estado cubriendo cultura y salud para ATTN: desde Diciembre.
@KATHLEENTOOHILL
Fuente: http://www.filmsforaction.org/articles/heres-how-negative-thinking-is-changing-your-brain/
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