De la muerte y la felicidad - Mariano Alameda
¿Cuánta felicidad te permites realmente vivir?
¿Cuántas veces te paras a sentirte… y a darte cuenta del agradecimiento por estar vivo?
¿Cuánto tiempo le dedicas a contemplar el mundo que te rodea… o a contemplar tus sentimientos más satisfactorios?
¿Cuánto tiempo de vida necesitas para poder darte el permiso de disfrutarla… y poder estar libre de culpas, de ansias, de miedos… de previsiones nuevas, de arrepentimientos, de anhelos?
Hicieron un estudio para ver de qué estaban más arrepentidas las personas que estaban al final de sus vidas. Para ver cuáles eran en verdad las cosas más importantes de la vida.
Las más dichas fueron cinco:
1. Que les hubiera gustado tener el valor de vivir de acuerdo a uno mismo y no de acuerdo a las expectativas de los demás.
2. Haberle dedicado tanto tiempo al trabajo.
3. No haber podido tener el valor de expresarse como uno es y haberse podido comunicar con sus sentimientos más verdaderos.
4. No haber tenido una relación más estrecha con los amigos.
5. Todos coincidían en que se arrepentían de no haberse permitido a sí mismos el darse, cada día, una mayor felicidad. El haber podido experimentar conscientemente cada minuto, como si ese minuto hubiera sido el último.
Eso podemos aplicárnoslo todos los días porque estamos viviendo como si fuéramos inmortales pero no lo somos… y un día nos diremos todo esto.
La muerte es una consejera que nos susurra verdades. Y nos susurra que no lo dejemos lo de “vivir bien” para después.
https://www.facebook.com/centro.nagual.5/videos/1842393849377259/
¿Cuántas veces te paras a sentirte… y a darte cuenta del agradecimiento por estar vivo?
¿Cuánto tiempo le dedicas a contemplar el mundo que te rodea… o a contemplar tus sentimientos más satisfactorios?
¿Cuánto tiempo de vida necesitas para poder darte el permiso de disfrutarla… y poder estar libre de culpas, de ansias, de miedos… de previsiones nuevas, de arrepentimientos, de anhelos?
Hicieron un estudio para ver de qué estaban más arrepentidas las personas que estaban al final de sus vidas. Para ver cuáles eran en verdad las cosas más importantes de la vida.
Las más dichas fueron cinco:
1. Que les hubiera gustado tener el valor de vivir de acuerdo a uno mismo y no de acuerdo a las expectativas de los demás.
2. Haberle dedicado tanto tiempo al trabajo.
3. No haber podido tener el valor de expresarse como uno es y haberse podido comunicar con sus sentimientos más verdaderos.
4. No haber tenido una relación más estrecha con los amigos.
5. Todos coincidían en que se arrepentían de no haberse permitido a sí mismos el darse, cada día, una mayor felicidad. El haber podido experimentar conscientemente cada minuto, como si ese minuto hubiera sido el último.
Eso podemos aplicárnoslo todos los días porque estamos viviendo como si fuéramos inmortales pero no lo somos… y un día nos diremos todo esto.
La muerte es una consejera que nos susurra verdades. Y nos susurra que no lo dejemos lo de “vivir bien” para después.
https://www.facebook.com/centro.nagual.5/videos/1842393849377259/
Commentaires
Enregistrer un commentaire