Heridas del alma - Lise Bourbeau

La primera etapa para sanar una herida radica en reconocerla y aceptarla sin estar necesariamente de acuerdo con el hecho de que existe. Aceptar una herida significa mirarla, observarla detenidamente y saber que tener situaciones que resolver forma parte de la experiencia del ser humano. No eres una mala persona solo porque algo te haga daño.

Ser capaz de crearte una máscara para no sufrir ha sido un acto heroico, un acto de amor contigo mismo. Esta máscara te ha ayudado a sobrevivir y a adaptarte al ambiente familiar que tu mismo elegiste antes de encarnarte.

La verdadera razón por la que nacemos en una familia o por la que somos atraídos hacia personas que tienen la misma herida que nosotros es que, en un principio, nos agradó el hecho de que los demás fueran como nosotros. No logramos hallar algo mejor. Sin embargo, después de algún tiempo, comenzamos a encontrar defectos en los demás, a no aceptarlos como son. Intentamos cambiarlos sin darnos cuenta de que lo que no aceptamos en los otros son los aspectos de nosotros mismos que no deseamos ver por miedo a tener que cambiar. Por ello resulta tan beneficioso reconocer nuestras heridas, pues es esto lo que nos permite sanarlas antes que querer cambiarnos a nosotros mismos.

Fuente: Las cinco heridas del alma que impiden ser uno mismo - Lise Bourbeau

Commentaires

Articles les plus consultés