El lenguaje secreto del pasado - Stewart Pearce

Mucho antes del ciclo astronómico de los pasados 5125 años, los seres humanos usaron una forma de lenguaje completamente distinta a la presente. Este lenguaje era el del corazón. Tan antiguo como las rocas y el viento, este modo de comunicación creó una fusión entre la mente y el cuerpo, una coherencia de los hemisferios izquierdo y derecho y un conocimiento de pensamiento y sensación como uno.
La centro de transmisión era la cámara secreta del corazón conocida como el Shante Ishta, el ojo único del corazón. Los pueblos indígenas como los Mayas, los Aztecas y los Kogi aún creen que la cámara secreta del corazón es el centro de todo lo que es sagrado en la vida. De hecho, esto está grabado en el libro del Génesis, que en tiempos antiguos todas las personas de la Tierra sabían un lenguaje, hasta que la humanidad desafió a Dios construyendo la gran Torre de Babel – “haciendo sus nombres para ser anotados en el cielo”.
La sabiduría infinita de Dios respondió dispersando todas las naciones, separando a todas las personas con el fin de confundir su intención. Desde entonces el alma se individualizó, y las tendencias egoístas inflaron la noción de separación de la Fuente. La vida de comunión sentida de corazón se hizo aislada en cada persona hasta ahora.
La cámara secreta del corazón
La cámara secreta del corazón humano es donde el alma individual sintoniza con lo colectivo, el latido del corazón universal, lo que nos une a todos a través de un amplio campo de intención – el de la consciencia. Cuando escogemos amar desde nuestro corazón entramos en una cámara de creación donde todas las cosas se encuentran en génesis, el legendario “gen de Isis”, pues es desde la Gran Madre Isis, la energía generativa del silencio primordial, donde toda viva originalmente surgió. Y así la verdad de la creación se desplegó y aún se despliega.
Hay una leyenda antigua de la mágica Isis, quien era la Diosa de la Fertilidad en los mitos del antiguo Egipto. Isis era la hija de Geb, el Dios de la Tierra, y de Nut, la diosa del cielo. La historia sugiere que su esposo, Osiris, había sido cruelmente asesinado por el celoso Set, y las partes de su cuerpo desmembrado, trece en total, habían sido esparcidas por la Tierra. Sin embargo, Isis las encontró y juntó doce de estas partes, excepto el pene de Osiris, ella fabricó uno nuevo de oro, y cantó una canción de tan exquisita belleza que Osiris fue resucitado de la muerte, y se convirtió en el Señor del Más Allá.
Si podemos seguir el ejemplo de Isis, tomando su canción de la creación y una vez más cantando nuestra propia canción, hablando el lenguaje de nuestros corazones desde la cámara secreta del corazón, podemos realmente convertirnos en un recipiente para la encarnación del amor. Entonces la ingratitud, juicio, odio, falta de compasión, o el rechazo a perdonar dejan de existir – pues ser cualquier cosa distinta al amor es estar fuera del alma.
El poder del corazón
La ciencia revela que el corazón de un feto humano comienza a latir antes de que el cerebro se haya formado. Este auto-ritmo sugiere que el corazón tiene un latido auto-iniciado, que precede al pensamiento consciente, disipando la ilusión de la función intelectual del cerebro como el principal principio en la creación de la vida humana – el latido del corazón es el elíxir que enerva la consciencia humana.
El corazón tiene su propio sistema nervioso independiente con 40.000 neuronas, tantas como son encontradas en el subcórtex del cerebro. La experimentación científica en el instituto Fels para la Investigación del Cáncer y Biología Molecular en Filadelfia descubrió que cuando el cerebro envía ordenes al corazón, el corazón no obedece. En cambio, el corazón parece estar enviando mensajes de vuelta al cerebro, y el cerebro no solamente comprende, obedece. Debe ser nuestra máxima convicción permitir al poder de nuestros corazones manejar nuestros pensamientos y sentimientos, vivir con el latido de la verdad emocional. A medida que nos movemos conscientemente al latido de este tambor, la transformación revela un puente entre el pensamiento lineal y la percepción intuitiva. Este paisaje solo proporciona una gran percepción y una forma de crear soluciones para enfrentar la complejidad futura con mayor facilidad.
Debemos detener el frenesí de nuestra vida llena de estrés, cumpliendo funciones que simplemente crean enfermedad. Debemos detener las acciones que llevan a cerrar el corazón y las explosiones del corazón en forma de paro cardíaco.

Stewart Pearce fue Maestro de voz en el Shakespeare’s Globe Theatre y Jefe de Voz en la Academia Webber Dougla. Ha trabajado con Diana Princesa de Gales, el Primer Ministro Blair, Simon Callow, Vanessa Redgrave y muchos más. Es el autor de la Alquimia de la voz. Para mayor información: www.findhornpress.com

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