¿Dónde está el hogar? - Clarissa Pínkola Estés

Se trata de un lugar interior, en el que una mujer se siente entera. A lo largo de los siglos las mujeres han encontrado miles de manera de tenerlo y crearlo, aunque sus deberes y sus tareas fueron interminables. Aunque hay muchos lugares físicos adonde la mujer puede ir para “sentir” su regreso a este hogar especial, el lugar físico es solo el vehículo. Los vehículos que usan la mujeres para regresar a su casa son muchos.
La meditación, el tambor, el canto, la escritura, las visiones hermosas, la plegaria, la contemplación, la ideas que nos fascinan, la música, el arte, el bosque, la espuma del mar, el amanecer, la soledad. Todas ellas nos conducen al nutritivo mundo interior del hogar que posee sus propias ideas, su orden y su sustento. Donde un pensamiento o un sentimiento pueden ser sustentados en lugar de ser interrumpidos o arrebatados de nosotros porque otra cosa nos esté exigiendo nuestro tiempo y atención.
Hogar es una sensación o estado de ánimo sostenido que nos permite experimentar sentimientos que no necesariamente están sustentados en el mundo mundano: asombro, visión, paz, liberación de las preocupaciones, liberación de las exigencias, liberación del constante parloteo. Hogar es la vida instintiva primitiva donde todo es como debe ser, donde todos los ruidos suenan bien, y la luz es buena, y los olores nos hacen sentir más calmados en lugar de alarmarnos.
Tómatelo con calma, deja de detenerte a cada paso para ayudar los demás.
Dedícate a la tarea de regresar a casa.
La unión con el alma nos hace brillar de resplandor espiritual y nos induce a reafirmar nuestras cualidades cualesquiera que estas sean.

Clarissa Pinkola Estés

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