4 Arquetipos - Carl Gustav Jung

Según Carl Gustav Jung, existen 4 arquetipos, 4 etapas que atravesamos durante nuestra vida y esas etapas son:
1. La etapa del atleta (el salvaje)
En esta etapa, nos preocupamos sobre todo de nuestra apariencia, de cómo luce nuestro cuerpo. Durante esta etapa, podríamos permanecer horas mirando y admirando nuestro reflejo en el espejo. Nuestro cuerpo, nuestra apariencia son las cosas más importantes a nuestros ojos, nada más cuenta.
2. La etapa del guerrero (el aventurero)
Durante este período, nuestra principal preocupación es partir a la conquista del mundo, hacer lo mejor, ser el mejor y llegar a la excelencia, hacer lo que hacen los guerreros y actuar como actúan los guerreros. Es una etapa durante la cual pensamos continuamente en los medios de tener más que todo el mundo, una etapa de comparación, de vencer a quienes nos rodean con el fin de sentirnos mejores porque hemos hecho mejor, porque somos guerreros, valientes.
3. La etapa de la comunicación (el maestro)
En esta etapa, en este estadio de su vida, se da cuenta de que lo que ha hecho hasta ahora no es suficiente para complacerlo, para hacerlo feliz... busca ahora los medios de hacer una diferencia en el mundo, los medios de servir a quienes le rodean. Su preocupación es comenzar a dar. Se da cuenta ahora que de ahora en adelante su búsqueda de dinero, de poder, de posesiones, etc. continuan apareciendo en su vida, pero ya no les da el mismo valor que antes, ya no está apegado a esas cosas, porque ahora está en una etapa diferente de su vida, en la cual sabe que existe otra cosa. La recibe, la acepta y la reconoce, pero está listo a desapegarse en cualquier momento. Busca los medios para dejar de pensar en sí mismo, en la forma de recibir y en comenzar a concentrarse en una vida de servicio. Todo lo que le importa en este estadio es dar. Sabe ahora que dar es recibir y que es el momento de dejar el egoísmo y penser en las maneras de ayudar a quienes lo necesiten, hacer un mundo mejor.
4. La etapa espiritual (el sabio)
Según Jung, es la última etapa de su vida, una etapa en la que nos damos cuenta que ninguna de estas tres etapas representa realmente quienes somos y lo que somos. Comprendemos que somos más que nuestro cuerpo, más nuestras posesiones, más que nuestros amigos, nuestro país y así sucesivamente. Llegamos a darnos cuenta que somos seres divinos, seres espirituales que tienen una experiencia humana y no humanos que tienen una experiencia espiritual.
Sabemos ahora que no es más muestro hogar y que no somos lo que pensamos ser. Estamos en este mundo pero no somos de este mundo. Podemos además observarnos a partir de otra perspectiva. Podemos renunciar a nuestro propio espíritu, a nuestro cuerpo y darnos cuenta de quienes somos realmente, ver las cosas tal como son. Nos convertimos en el observador de nuestra vida. Nos damos cuenta que no somos lo que nos damos cuenta sino el observador de lo que nos damos cuenta.
Hace 2500 años, Lao Tseu intentó enseñarnos la manera de comprender esta etapa última de la vida, esta etapa espiritual: "Dar vida y nutrir, tener sin poseer, actuar sin expectativas, dirigir sin tratar de controlar: esta es la virtud suprema."

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