¿Qué es la culpabilidad? - Nancy Caron
La culpabilidad es el sentimiento de ser culpable, incorrecto. La culpabilidad significa, señalarse, acusarse por alguna cosa. Te sientes culpable cuando te acusas y te justificas o cuando intentas acusar a alguien más. Si tienes un accidente, es también para castigarte porque en ese momento, cuando sucedió el accidente, te sentías culpable de alguna cosa y es por esto que te castigas. Cuando te sientes culpable, no estás en el amor de tu ser verdadero y por ese mismo hecho, bloqueas la evolución. Además la culpabilidad te quita el gusto del riesgo, intimida tu gozo de vida y tu salud. La culpabilidad frena tu autenticidad y viene así a dañar las relaciones con las personas que te rodean.
La culpabilidad proviene de aquello que aprendimos de nuestros educadores, de la religión, de nuestros padres. Hemos comprado las creencias y los miedos que nos han sido transmitidos. Es entonces lo mental que habla y no tu ser de luz. Entre más te sientes culpable, más te prometes no recomenzar y más reincides.
El hecho de liberarte de la culpabilidad hará de ti una persona que se siente bien consigo misma. Tendrás más facilidad para involucrarte en tu vida, lo que evitará que enres en círculos. Será más fácil aceptarte tal como eres y serás capaz de asumir tu responsabilidad. Te atreverás más y tendrás el gusto del riesgo, lo que te hará vivir más experiencias enriquecedoras que te harán evolucionar. Nota que no es más inteligente sentirse culpable.
Esta es una estrategia para llegar a no sentirte culpable. Cuando te acusas toma consciencia de que no eres tu en tu corazón quien te acusa, sino el mental que se basa en las creencias aprendidas en el pasado que crean los miedos y el comportamiento posterior que tienes dificultad de aceptar. Toma el tiempo de hacer una pausa y observar cuál es la creencia o el temor que te hace sentir culpable.
En seguida, entrégate el derecho de ser humano con tus miedos, tus debilidades y tus límites del momento. Acéptate dentro de ese mismo comportamiento incluso si no estás de acuerdo. Cuanto más te aceptes más cambias.
Es el momento para tí de pasar a la acción, pues sin acción no habrá cambio.
Si te haces daño, toma el tiempo de detenerte y de preguntarte en qué pensabas. No es fácil de hacer pues debes dejar de cuestionarte tan pronto se presenta un accidente.
Cuando te disculpas por alguna cosa, toma el tiempo de detenerte y de cuestionarte: ¿De qué me siento culpable en este momento?
La culpabilidad proviene de aquello que aprendimos de nuestros educadores, de la religión, de nuestros padres. Hemos comprado las creencias y los miedos que nos han sido transmitidos. Es entonces lo mental que habla y no tu ser de luz. Entre más te sientes culpable, más te prometes no recomenzar y más reincides.
El hecho de liberarte de la culpabilidad hará de ti una persona que se siente bien consigo misma. Tendrás más facilidad para involucrarte en tu vida, lo que evitará que enres en círculos. Será más fácil aceptarte tal como eres y serás capaz de asumir tu responsabilidad. Te atreverás más y tendrás el gusto del riesgo, lo que te hará vivir más experiencias enriquecedoras que te harán evolucionar. Nota que no es más inteligente sentirse culpable.
Esta es una estrategia para llegar a no sentirte culpable. Cuando te acusas toma consciencia de que no eres tu en tu corazón quien te acusa, sino el mental que se basa en las creencias aprendidas en el pasado que crean los miedos y el comportamiento posterior que tienes dificultad de aceptar. Toma el tiempo de hacer una pausa y observar cuál es la creencia o el temor que te hace sentir culpable.
En seguida, entrégate el derecho de ser humano con tus miedos, tus debilidades y tus límites del momento. Acéptate dentro de ese mismo comportamiento incluso si no estás de acuerdo. Cuanto más te aceptes más cambias.
Es el momento para tí de pasar a la acción, pues sin acción no habrá cambio.
Si te haces daño, toma el tiempo de detenerte y de preguntarte en qué pensabas. No es fácil de hacer pues debes dejar de cuestionarte tan pronto se presenta un accidente.
Cuando te disculpas por alguna cosa, toma el tiempo de detenerte y de cuestionarte: ¿De qué me siento culpable en este momento?
En lugar de acusarte y culparte, acepta lo que ha sucedido y considéralo como una experiencia de vida y utiliza la experiencia adquirida para continuar y avanzar sobre tu camino de vida.
Par Nancy Caron .
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