Sombra dorada - Virginia Gawel
Cuando desplegamos, dando espacio a nuestras mejores cualidades… lo demás se hace más pequeño.
Normalmente al transitar procesos terapéuticos hay tristezas, depresiones, hostilidades, que tienen que ver con que la persona no expresa lo mejor de sí.
Hay tristezas por duelos… por cosas que nos han sucedido… porque no hemos cumplido anhelos…
Pero también hay tristezas y otro tipos de síntomas que obedecen a que en el proceso de adaptación hemos reprimido nuestras mejores cualidades.
En los procesos de adaptación se pueden ejercer cualidades mediocres.
Actuar “como si fuera buena persona – maravillosa – solidaria ” para después explotar… pues esa persona esconde las peores cualidades – no porque las esté trabajando.
- ¿Cuál ha sido su entorno?
- ¿Qué le ha hecho esconderse?
- ¿Qué le ha hecho mostrarse?
Hacer una reflexión, la expresión de ciertas tendencias se refuerza o reprime con el estímulo que recibe del entorno.
La represión de la sombra dorada: la persona reprime estas cualidades para adaptarse al medio.
Se puede ver como la persona creativa que no quiere destacarse como mujer, como hermana, como pareja… “no consigue marido”
Los ancestros imponen un tope en los que van descendiendo en el árbol genealógico.
- ¿Qué le ayuda a ser más seguro, más creativo?
- ¿Qué le hacía sobre-adaptarse durante su niñez?
- ¿Se ha auto-limitado (o aspectos de sí) para que otros florezcan?
La represión de la sombra dorada: la persona reprime estas cualidades para adaptarse al medio.
Se puede ver como la persona creativa que no quiere destacarse como mujer, como hermana, como pareja… “no consigue marido”
Los ancestros imponen un tope en los que van descendiendo en el árbol genealógico.
Se ejerce una represión de los mejores talentos: Sombra dorada.
Esto sucede mucho con “la buena persona” –se adapta a una vida mediocre.
Puede generar síntomas físicos, emocionales –temor, inseguridad, porque no se valora-, psicológicos.
Todo lo bello que no ve en sí mismo, lo ve superlativamente en otro.
Cuando alguien le valora… no lo acepta, no se apropia de su valor.
Si nos han sido dado ciertos talentos, no podemos guardarlos bajo la cama, no podemos dejar de embellecer al mundo.
Hay capacidad de redención, hacerse cargo y trabajar lo mejor de sí.
La sombra dorada se formó con experiencias de crítica –infancia, parejas, amistades que se agarraron de la debilidad psíquica del otro… por lo que parte del trabajo es rehabilitar su capacidad para valorarse.
Nuestro inconsciente más sabio quiere lo mejor para nosotros, cuando no escuchamos, se genera un accidente o una enfermedad: una revisión para rectificar.
Todo sucede si no nos miramos.
Algunos eventos se presentan para ayudarnos a mirarnos, asistir a cursos, talleres, leer libros… mirar por dentro…
La “sanguijuela” solo se va a ir si pronunciamos la palabra “basta”… Escuchar ese saber interior de ya no querer más lo mismo.
Permitir que la sombra dorada aflore…
Cuando la persona comienza a darse cuenta de todo lo que puede salir de sí, no siempre el otro va a reaccionar. Aún con miedo hay que hacerlo.
La reacción del otro no es siempre agradable: Cómo que… estás pintando? … te vas de vacaciones?... estás haciendo esto?
Todo lo que hacemos para expandir lo que somos, lo hacemos con miedo. A pesar del miedo, "me paro en mi valentía y lo hago."
La prudencia es la hija mayor del miedo…
Vamos a encontrar voces que nos quieren desviar del camino- como el canto de las sirenas en Ulises.
Yo voy a hacer lo que siento que tengo que hacer – sin escuchar esas voces.
Buscar compañeros de camino que me recuerden que está bien que yo haga mi vida… para salir del estado hipnótico “no vas a hacer esto…”
Salir de la hipnosis en la que circulamos todo el tiempo
Prepararse para ser impopular, que haya gente que critique. Hay un montón de gente a la que no le gustamos… un promedio de 20% nos va a criticar…
Yo voy a hacer lo que tengo para hacer… desafiar mandatos familiares muy grandes… no me importa!
Esto sucede mucho con “la buena persona” –se adapta a una vida mediocre.
Puede generar síntomas físicos, emocionales –temor, inseguridad, porque no se valora-, psicológicos.
Todo lo bello que no ve en sí mismo, lo ve superlativamente en otro.
Cuando alguien le valora… no lo acepta, no se apropia de su valor.
Si nos han sido dado ciertos talentos, no podemos guardarlos bajo la cama, no podemos dejar de embellecer al mundo.
Que nunca nadie más se pierda de mí…
Cuando una persona se auto-opaca, no expresa sus mejores cualidades, se asfixia… nadie nació para ejercer sus peores cualidades.Hay capacidad de redención, hacerse cargo y trabajar lo mejor de sí.
La sombra dorada se formó con experiencias de crítica –infancia, parejas, amistades que se agarraron de la debilidad psíquica del otro… por lo que parte del trabajo es rehabilitar su capacidad para valorarse.
Nuestro inconsciente más sabio quiere lo mejor para nosotros, cuando no escuchamos, se genera un accidente o una enfermedad: una revisión para rectificar.
Todo sucede si no nos miramos.
Algunos eventos se presentan para ayudarnos a mirarnos, asistir a cursos, talleres, leer libros… mirar por dentro…
La “sanguijuela” solo se va a ir si pronunciamos la palabra “basta”… Escuchar ese saber interior de ya no querer más lo mismo.
Permitir que la sombra dorada aflore…
Cuando la persona comienza a darse cuenta de todo lo que puede salir de sí, no siempre el otro va a reaccionar. Aún con miedo hay que hacerlo.
La reacción del otro no es siempre agradable: Cómo que… estás pintando? … te vas de vacaciones?... estás haciendo esto?
Todo lo que hacemos para expandir lo que somos, lo hacemos con miedo. A pesar del miedo, "me paro en mi valentía y lo hago."
La prudencia es la hija mayor del miedo…
Vamos a encontrar voces que nos quieren desviar del camino- como el canto de las sirenas en Ulises.
Yo voy a hacer lo que siento que tengo que hacer – sin escuchar esas voces.
Buscar compañeros de camino que me recuerden que está bien que yo haga mi vida… para salir del estado hipnótico “no vas a hacer esto…”
Salir de la hipnosis en la que circulamos todo el tiempo
Prepararse para ser impopular, que haya gente que critique. Hay un montón de gente a la que no le gustamos… un promedio de 20% nos va a criticar…
Yo voy a hacer lo que tengo para hacer… desafiar mandatos familiares muy grandes… no me importa!
“nadie podrá decir que no he cantado”
Que esa persona, donde esté pueda salir de la ignorancia…
Nos hacemos bien expandiendo la consciencia, no es un asunto personal…
A brillar!!!
No estamos condenados a ser como somos: Trabajo sobre sí – nos da oportunidades. Nos auto-embellecemos… nos auto-cuidamos…
Commentaires
Enregistrer un commentaire