Sombras y luces - 5 ritmos

Gabrielle Roth dice:

1. Al fluir te descubres.
2. En staccato te defines y pones límites.
3. El caos te ayuda a disolverte, para que no te quedes rígido e inmóvil en el ti mismo que has descubierto y definido poniéndole límites a lo que no es tuyo.
4. La lírica te inspira a consagrarte y a excavar profundamente en la expresión única de tu energía.
5. La quietud te permite retirarte, desaparecer en la energía que nos envuelve para que puedas volver a empezar el proceso entero de nuevo.

Y mantiene que “para comunicarse con las energías arquetípicas puras tenemos que bailar su sombra, así como su luz”:

1. El lado sombrío del fluir es la inercia, cuando continuamos el camino actual, sin más criterio que “el de siempre”, a merced de ser manipulado y manipular a otros, sin apreciar con claridad qué competencia corresponde a cada cual
2. La sombra del staccato es la rigidez, que puede llevarte al aislamiento.
3. La sombra del caos es la confusión.
4. La sombra de la lírica es la superficialidad o el escape.
5. La sombra de la quietud es el letargo, la disociación, estar separado del cuerpo y perdido en el campo.

Las sombras ocurren cuando nosotros entramos en ritmo sin un contacto fuerte con nuestro centro. Cada uno de estos ritmos puede tener muchas formas: la expresión, la danza y la sintaxis somática son las más evidentes. 

Los ritmos también tienen, sin embargo, sus expresiones visuales y auditivas correspondientes (como el arte y la música) y pueden aparecer como la fuerza propulsora de base de varias técnicas.

Matilde Cuenca Ruano