¿Qué es un milagro? - Curso de Milagros
Un milagro es una corrección. No crea, ni cambia
realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la devastación y le recuerda
a la mente que lo que ve es falso. Corrige el error, mas no intenta ir más allá
de la percepción, ni exceder la función del perdón. Se mantiene, por lo tanto,
dentro de los límites del tiempo. No obstante, allana el camino para el retorno
de la intemporalidad y para el despertar del amor, pues el miedo no puede sino
desvanecerse ante el benevolente remedio que el milagro trae consigo.
En el milagro reside el don de la gracia, pues se da y
se recibe como uno. Y así, nos da un ejemplo de lo que es la ley de la verdad,
que el mundo no acata porque no la entiende. El milagro invierte la percepción
que antes estaba al revés, y de esa manera pone fin a las extrañas distorsiones
que ésta manifestaba. Ahora la percepción se ha vuelto receptiva a la verdad. Ahora
puede verse que el perdón está justificado.
El perdón es la morada de los milagros. Los ojos de
Cristo se los ofrecen a todos los que Él contempla con misericordia y con amor.
La percepción queda corregida ante Su vista, y aquello cuyo propósito era
maldecir tiene ahora el de bendecir. Cada azucena de perdón le ofrece al mundo
el silencioso milagro del amor. Y cada una de ellas se deposita ante la Palabra
de Dios, en el altar universal al Creador y a la creación, a la luz de la
perfecta pureza y de la dicha infinita.
Al principio el milagro se acepta mediante la fe,
porque pedirlo implica que la mente está ahora lista para concebir aquello que
no puede ver ni entender. No obstante, la fe convocará a sus testigos para
demostrar que aquello en lo que se basa realmente existe. Y así, el milagro
justificará tu fe en él, y probará que esa fe descansaba sobre un mundo más
real que el que antes veías: un mundo que ha sido redimido de lo que tú
pensabas que se encontraba allí.
Los milagros son como gotas de lluvia regeneradora que
caen del Cielo sobre un mundo árido y polvoriento, al cual criaturas hambrientas
y sedientas vienen a morir. Ahora tienen agua. Ahora el mundo está lleno de
verdor. Y brotan por doquier señales de vida para demostrar que lo que nace
jamás puede morir, pues lo que tiene vida es inmortal.
Commentaires
Enregistrer un commentaire