Presencia como relación - Philip Sheperd

"Nuestro sentido de ser independiente nos anima a creer que la presencia puede ser lograda y poseída. Pensamos sobre la totalidad en la misma forma: “Ser completo en el cuerpo, mente y espíritu” como dice el dicho, como si tu totalidad no fuera contingente del todo al que tu perteneces, sino más bien una cualidad en la que te organizas. De manera similar, creemos que el autoconocimiento es algo que logramos cuando alcanzamos lo más profundo de nuestro interior y descubrimos allí nuestra verdad. Nada de eso me parece sostenible. 

Descubrimos quiénes somos al establecer una relación sentida con el mundo que nos rodea. Puedes entrar en una relación sentida con una hoja que cae de un árbol, con un niño jugando con una tiza en la acera, con una melodía. A medida que entras en una relación sentida con cada uno de ellos, quién eres se ilumina de una manera particular. Cuanto más profundamente entras en una relación sentida con el mundo, más profundamente descubres quién eres: no como una entidad fija y conocida, sino como una presencia receptiva iluminada por el mundo.

De manera similar, pensamos en la presencia como una cualidad en sí misma más que como una relación. Hablamos de la importancia de “estar presente”, como si fuera una cualidad estática. Nuevamente, no creo que la presencia pueda derivarse excepto a través de la relación. Necesita una preposición. Así puedo estar presente para mi amigo, o para los sonidos del mundo que me rodea, o para el momento como un todo sentido. El mundo me regala la presencia. Cuanto más receptivo soy al mundo, más presente estoy. Y siento esa receptividad muy específicamente dentro de mi cuerpo como una espaciosidad que deja espacio para que el mundo viva en mí y a través de mí. Es en el ámbito del sentir-sentir-en la-carne-adentro donde el yo y el mundo se encuentran como uno solo.

~ Philip Shepherd, de la entrevista The World's Hidden Harmony