Declara tus derechos emocionales - Lorena Cuendias
Cuidado cuando te digan que estás siendo reactiva/o, defensiva/o complicada/o, cuando estés teniendo una respuesta más que apropiada a una invasión de tus límites o una agresión de tu espacio emocional.
Cuando te digan "relájate", "no seas tan intensa", "ya estás otra vez"...
Con el tiempo aprendemos a silenciar nuestros instintos, a desconfiar de nuestras propias respuestas, cuestionando la validez de nuestras señales somáticas y nuestros sentimientos y dándole el poder sobre nuestra intuición a la percepción de otros.
Cada vez que te saltas tus límites para complacer, acomodar y gustar a otro, terminas traicionándote, abandonándote y gustándote menos a ti misma/o.
Cuanto más te saltas tus propios límites más enfadada/o y frustrada/o contigo te sientes.
Tienes una VOZ. Ocupa tu espacio.
Recuerda que puedes expresar SIEMPRE cómo te hace sentir una situación. La incapacidad del otro para recibirlo no tiene que ver contigo.
Recuerda que puedes irte SIEMPRE de cualquier conversación o situación que no te haga sentir bien y que las explicaciones son una cortesía, no una obligación.
Algunos scripts para gaslighters y personas que tratan de manipular y saltarse por sistema tus límites:
- Conozco mi verdad y no voy a debatirla contigo.
- Sé lo que he sentido.
- Recordamos las cosas de forma diferente.
- Si sigues hablándome así, no voy a continuar con esta conversación.
- Te escucho. Esa no fue mi experiencia.
- Me retiro de esta conversación.
En situaciones complejas, yo a veces necesito un día o dos para averiguar cómo me siento o qué necesito con respecto a algo:
- Necesito algo de tiempo para procesar esto.
Y puedes después volver y poner tu límite:
- “He tenido más tiempo para pensar en x, y después de reflexionar un poco, siento que necesito y".
- Declara tus derechos emocionales:
"Tengo derecho a sentirme enfadada".
Nunca subestimes el poder de cómo hablas contigo misma y sobre ti misma.
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