Rumiación - @Magdalena Weinstein

La rumiación es un proceso interior asociado con trauma que puede ser desafiante para describir y tratar. Algunas formas para comprenderlo mejor:

La rumiación se caracteriza por pensamientos intrusivos y repetitivos, con frecuencia centrados en emociones no procesadas y perturbadoras relacionadas con eventos traumáticos o no procesados, en curso o pasados. La rumiación no es lo mismo que soñar despierto, pero los dos suceden en la misma red del cerebro, la red neuronal por defecto.

1. Repetición mental:  La rumiación es como tener un botón de reproducción bloqueado en repetición. Continuamos sobre los mismos pensamientos, preocupaciones o arrepentimientos sin hacer ningún progreso hacia una solución o sentirnos mejor.

2. Bloqueo Cognitivo: Piensa en la rumiación como quedar mentalmente bloqueado en un surco. Nuestra mente continúa dando vueltas entorno al mismo tema, evitando que avancemos o pensemos en otras cosas.

3. Ciclo de pensamiento negativo: Es un ciclo donde los pensamientos negativos se retroalimentan. Por ejemplo, comienzo pensando sobre un error que cometí recientemente, lo que me lleva a sentirme mal sobre mí mismo, lo que entonces me hace pensar en otros errores, creando un ciclo de negatividad.

4. Preocupación Improductiva: Diferente a la resolución de problemas, que involucra buscar soluciones activamente, la rumiación es preocupación improductiva. Nos obsesionamos con problemas sin dar pasos para resolverlos, lo que puede amplificar los sentimientos de impotencia o tristeza.

5. Cámara emocional con eco: Imagina estar en una habitación donde tus pensamientos negativos vuelven a ti en eco. Cada eco hace que el pensamiento original se sienta más fuerte y más significativo, incluso si nada nuevo ha sido sumado a la situación.

6. Arenas movedizas mentales: Entre más luchemos con estos pensamientos repetitivos, nos sumergimos más profundamente en ellos. La rumiación puede hacer más difícil escapar de las emociones negativas asociadas con esos pensamientos, similar a las arenas movedizas que te atrapan entre más tu luchas.

7. Monólogo interior en repetición: La rumiación es como tener un monólogo interno que sigue repitiendo el mismo guión. Escuchamos los mismos pensamientos  angustiantes una y otra vez, lo que puede ser agotador mentalmente y drena emocionalmente.

8. Rueda de hámster emocional: Similar a un hámster corriendo en una rueda, gastamos mucha energía mental sin llegar a ninguna parte en realidad. Nuestra mente está activa, pero no estamos progresando en resolver los problemas sobre los cuales estamos pensando.

En general, la rumiación puede tener un efecto nocivo en el cuerpo y en el sistema nervioso al perturbar su equilibrio y detonar respuestas de estrés. Es por esto que no podemos racionalizar nuestra salida de la rumiación, porque no solamente afecta nuestra salud mental sino que también tiene un profundo impacto en nuestra salud física a través de su influencia en el cerebro y en todas las funciones corporales.

Para romper el ciclo de rumiación y sus efectos negativos en la salud tanto mental como física: Utilizar una perspectiva sana de arriba abajo y de abajo hacia arriba es crucial, con el fin de aprender cómo hacer un seguimiento de la rumiación sin ir por defecto a la disociación, el modelo mental de “arreglarlo” y otras respuestas compensatorias para ello, y para reducir el quedar inundados o sobrepasados por ella.

Este proceso no es rápido y no hay “curas milagrosas”, "píldoras mágicas", “dietas especiales” o “intervenciones rápidas” para la rumiación, es un viaje gentil, lento y humilde, que gradualmente apoya la reducción de la cantidad y la repetición de la rumiación, llevando a una actividad neuronal “integral” más armoniosa e integrada que lleva a un cuerpo, cerebro y sistema nervioso más regulado y equilibrado,  y en general mejor sentido de bienestar.

También necesitamos tiempo para escuchar las palabras de la rumiación y encontrar formas para apoyar su des-escalonamiento, y también aprender cómo progresivamente reconocerla, enfocarla, descargarla lentamente e integrar los cambios corporales que ocurren debido a ello, como la tensión muscular, las preparaciones para respuestas defensivas, los cambios en los patrones de respiración, los cambios digestivos, tendencias al colapso, apagado o depresión.

@Magdalena Weinstein 

Rumiación es un tema complejo y furtivo. Con frecuencia no sabemos que estamos rumiando y creemos que nuestros pensamientos son la verdad última, lo que a largo plazo altera la actividad de nuestro cerebro y nos mantiene bloqueados en modo de desregulación. 

Las experiencias traumáticas pueden irrumpir en el normal funcionamiento del cerebro, llevando a alteraciones de varias redes neuronales pero especialmente la Red Neuronal por Defecto. Estudios han mostrado que las personas que han experimentado trauma, particularmente aquellos con estrés post-traumático y trauma de desarrollo, exhiben una mayor conectividad y actividad dentro de la Red Neuronal por Defecto. Este aumento de actividad en la Red Neuronal por Defecto puede contribuir a la rumiación, pensamientos intrusivos y dificultades con la regulación emocional. Los sobrevivientes del trauma están constantemente reviviendo el evento traumático en sus mentes, llevando a un ciclo de angustia y la persistencia de rumiación.

Toma tiempo cambiar el cerebro de la sobre-función de la Red Neuronal por Defecto, pero es posible pues el cerebro es muy plástico. Nunca es tarde para este trabajo. 


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