Oración para sanar memorias uterinas - Angeles Castell
¿Porque es importante sanar las memorias uterinas? Sigue leyendo y vas a comprobar los años de sanación que te va a proporcionar esta oración. Nosotros somos la suma de nuestras generaciones pasadas y todos los errores de nuestros ancestros se ven reflejados en nosotros. Por eso es muy importante elevar y honrar a nuestros antepasados.
Según se desprende de la filosofía Taoísta y Budista, “nosotros”, estamos ligados espiritualmente a siete (7) generaciones de antepasados. Esto quiere decir, que si hoy nosotros somos seres con luz, debido al camino que hemos elegido, nuestros antepasados, buscan y necesitan de “esa LUZ”...
Cada noche antes de irte a dormir hónrate a ti misma y honra a tus ancestros, sintiendo infinito respeto hacia ellas por venir antes que tú a esta vida...
(Colocamos mano derecha en el corazón y mano izquierda en el útero)...
Yo reconozco a la niña que hay en mí
Yo reconozco a la mujer que hay en mí
Yo reconozco a la mujer que es mi madre
Yo reconozco a la mujer que es mi abuela
Yo reconozco a todas las mujeres que habitan en mí
Yo pido perdón a la niña que hay en mí
Yo pido perdón a la mujer que hay en mí
Yo pido perdón a la mujer que es mi madre
Yo pido perdón a la mujer que es mi abuela
Yo pido perdón a todas las mujeres que habitan en mí
Yo perdono a la niña que hay en mí
Yo perdono a la mujer que hay en mí
Yo perdono a la mujer que es mi madre
Yo perdono a la mujer que es mi abuela
Yo perdono a todas las mujeres que habitan en mí
Yo agradezco a la niña que hay en mí
Yo agradezco a la mujer que hay en mí
Yo agradezco a la mujer que es mi madre
Yo agradezco a la mujer que es mi abuela
Yo agradezco a todas las mujeres que habitan en mí
Yo amo a la niña que hay en mí
Yo amo a la mujer que hay en mí
Yo amo a la mujer que es mi madre
Yo amo a la mujer que es mi abuela
Yo amo a todas las mujeres que habitan en mí
Yo honro a la niña que hay en mí
Yo honro a la mujer que hay en mí
Yo honro a la mujer que es mi madre
Yo honro a la mujer que es mi abuela
Yo honro a todas las mujeres que habitan en mí
Yo libero a la niña que hay en mí
Yo libero a la mujer que hay en mí
Yo libero a la mujer que es mi madre
Yo libero a la mujer que es mi abuela
Yo libero a todas las mujeres que habitan en mí
(Hacemos una reverencia, nos inclinamos hacia delante con ambas palmas hacia arriba).
Según se desprende de la filosofía Taoísta y Budista, “nosotros”, estamos ligados espiritualmente a siete (7) generaciones de antepasados. Esto quiere decir, que si hoy nosotros somos seres con luz, debido al camino que hemos elegido, nuestros antepasados, buscan y necesitan de “esa LUZ”...
Cada noche antes de irte a dormir hónrate a ti misma y honra a tus ancestros, sintiendo infinito respeto hacia ellas por venir antes que tú a esta vida...
(Colocamos mano derecha en el corazón y mano izquierda en el útero)...
Yo reconozco a la niña que hay en mí
Yo reconozco a la mujer que hay en mí
Yo reconozco a la mujer que es mi madre
Yo reconozco a la mujer que es mi abuela
Yo reconozco a todas las mujeres que habitan en mí
Yo pido perdón a la niña que hay en mí
Yo pido perdón a la mujer que hay en mí
Yo pido perdón a la mujer que es mi madre
Yo pido perdón a la mujer que es mi abuela
Yo pido perdón a todas las mujeres que habitan en mí
Yo perdono a la niña que hay en mí
Yo perdono a la mujer que hay en mí
Yo perdono a la mujer que es mi madre
Yo perdono a la mujer que es mi abuela
Yo perdono a todas las mujeres que habitan en mí
Yo agradezco a la niña que hay en mí
Yo agradezco a la mujer que hay en mí
Yo agradezco a la mujer que es mi madre
Yo agradezco a la mujer que es mi abuela
Yo agradezco a todas las mujeres que habitan en mí
Yo amo a la niña que hay en mí
Yo amo a la mujer que hay en mí
Yo amo a la mujer que es mi madre
Yo amo a la mujer que es mi abuela
Yo amo a todas las mujeres que habitan en mí
Yo honro a la niña que hay en mí
Yo honro a la mujer que hay en mí
Yo honro a la mujer que es mi madre
Yo honro a la mujer que es mi abuela
Yo honro a todas las mujeres que habitan en mí
Yo libero a la niña que hay en mí
Yo libero a la mujer que hay en mí
Yo libero a la mujer que es mi madre
Yo libero a la mujer que es mi abuela
Yo libero a todas las mujeres que habitan en mí
(Hacemos una reverencia, nos inclinamos hacia delante con ambas palmas hacia arriba).
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